La moda es arquitectura, una cuestión de proporciones

La relación entre moda y arquitectura no se basa solamente en que ambos son lenguajes visuales, se trata de algo más importante e íntimo. Ambas se basan en estructuras, proporciones, formas, texturas, colores, vólumenes y creatividad. Moda y arquitectura buscan embellecer algo tan básico como cubrir nuestro cuerpo y tener un techo que nos dé cobijo. Convertir dos necesidades básicas como ropa y techo en belleza que, en ocasiones, roza lo poético, es el vínculo inquebrantable que une moda y arquitectura. 

La afinidad entre estas dos disciplinas la resumió la diseñadora Coco Chanel en una de sus famosas y acertadas frases: “la moda es arquitectura, es una cuestión de proporciones”. Palabra de Chanel, amén. Las proporciones y los volumenes, fundamentales para el arquitecto cuando idea un edificio, lo son también para los creadores de moda. Con otros materiales y técnicas distintos al del arquitecto, cubren nuestro cuerpo creando prendas con volúmenes definidos o fluidos, manteniendo las proporciones, corrigiendo y mejorando las de nuestro propio cuerpo y, en ocasiones, diseñando para romperlas y crear otras totalmente nuevas. Diseñador y arquitecto trabajan con precisión para lograr un mismo objetivo: conseguir que nos sintamos lo mejor posible. Con nuestro propio cuerpo o en el interior de un espacio. Lograr el equilibrio perfecto entre creatividad y funcionalidad es un objetivo común para ambos.